¿Es importante usar un tónico facial en nuestra rutina de limpieza?

Hidratante, limpiadora, mascarilla exfoliante… Seguro que todos estos productos se encuentran en tu neceser de cuidados diarios. Pero, ¿qué ocurre con el tónico facial? Pues que no todas conocemos su importancia y todo lo que ayuda a mantener nuestro cutis en perfectas condiciones. A partir de hoy, ¡seguro que no se te olvida utilizarlo a diario!

El papel del tónico facial

Está claro que nos encanta lucir nuestra mejor imagen y, a la vez, simplificar al máximo la rutina de belleza. Con tu apretada agenda y los mil y un asuntos que siempre tienes en la cabeza, cuanto más sencillo y rápido sea ese momento imprescindible que dedicas a cuidar tu piel, más probable es que no tengas excusa para saltártelo.

Sin embargo, no creas que incorporar el tónico facial es complicarte, ni te va a robar mucho tiempo. Y, aunque así fuera, los beneficios que este gesto aporta a tu cutis son tan increíbles que merecería la pena ese esfuerzo. También a su favor, que se trata de un cosmético de precio muy asequible, lo que no ocurre con muchos otros.

Pero, centrémonos en resaltar los efectos positivos del tónico facial en nuestra piel. Podrías pensar en él como el nexo entre la limpieza facial y la hidratación. Un paso esencial porque ayuda a restablecer el pH que suele verse alterado al lavarnos la cara por mucho que utilicemos jabones neutros. Además:

1. sirve para retirar los últimos restos de suciedad, los más persistentes
2. mejora la textura del cutis
3. cierra los poros, de forma que se previene la aparición de granos o acné
4. revitaliza el riego sanguíneo, lo que contribuye a regenerar los tejidos
5. aporta luminosidad
6. proporciona una sensación refrescante muy agradable
7. deja la piel preparada para absorber mejor cualquier crema o tratamiento que nos apliquemos con posterioridad

¿Solo se usa el tónico facial después de la limpieza?

Es verdad que se suele incluir el tónico facial como uno de los pasos de la limpieza facial diaria. Y es cierto. No obstante, no tienes por qué restringir su uso exclusivamente a ese momento. ¡Con todos los beneficios que le aporta a tu piel, cómo no sacarle el máximo partido en otras ocasiones! Veamos algunas de ellas:

1. Tras tomar el sol

Sabemos que, por mucha crema protectora que nos pongamos, después de una sesión de bronceado, nuestro rostro acumula un exceso de calor. Nada más agradable y saludable para tu cutis que limpiarlo y aplicar un refrescante tónico facial.

2. Los días de viento y frío

Puede que esta utilidad del tónico facial te resulte sorprendente. Pero, junto al sol, el viento y el frío son dos de los peores enemigos de la piel. La resecan e, incluso, pueden llegar aparecer pequeñas grietas y heridas. Al llegar a casa, tonifica antes de ponerte una buena hidratante y verás como tu piel se recupera más rápidamente.

3. Si sufres sudamina o miliaria

Quizá no te suene este término médico, aunque cuando te lo expliquemos sabrás exactamente a qué nos estamos refiriendo. La sudamina es una reacción del organismo frente a un exceso de calor y sudor. Se trata de una especie de sarpullido, más frecuente en la cara y en el cuello y escote. Viene acompañado de una sensación de ardor y pico muy desagradable.

No es nada grave, realmente lo que ocurre es que al traspirar más de lo normal el sudor ha taponado los poros y se produce esa irritación. Resulta muy eficaz limpiar bien la piel, refrescarla usando un tónico facial y dejar secar de forma natural, sin frotar.

4. Después de depilarte

Todas sabemos que después de depilarnos, es imprescindible limpiar bien la piel de la zona afectada. Si posteriormente te pones tónico facial conseguirás que se cierren los poros más rápidamente y ayudas a que la rehidratación sea más profunda. El resultado es una piel que se recupera antes, mientras tú tienes una sensación de frescura y alivio inmediata.

¿Cómo elegir el tónico facial más adecuado para tu piel?

Existe una especie de leyenda urbana alrededor del tónico facial que erróneamente señala que es un producto astringente y que reseca la piel. Como consecuencia, aquellas de vosotras que tenéis la dermis seca o mixta rechacéis ponéroslo. No sabemos si fue así en algún momento, pero desde luego no sucede en la actualidad porque los tónicos de última generación incorporan sustancias humectantes, que contribuyen a mantener la piel hidratada.

Eso sí, como siempre, es trascendental que aciertes al elegir el tónico facial más adecuado a tu tipo de piel. Te damos algunas recomendaciones que te sirvan para orientarte:

1. Pieles delicadas o frágiles: busca un tónico que especifique que tiene efectos calmantes e incluya ingredientes como aloe vera, hamamelis, agua termal o extracto de loto.
2. Cutis seco: tú debes buscar un tónico “hidratante” con activos tipo ácido hialurónico, regaliz, extracto de almendra dulce o alantoína.
3. Piel grasa: en este caso elige un tónico purificante con extracto de limón, mentol o ácido salicílico, todas sustancias con efectos astringentes, pero jamás con alcoholes o ingredientes que irriten tu cutis
4. Una piel apagada: aquí lo más efectivo es usar un tónico revitalizante, a base de té verde, vitamina C, granada o cualquier ingrediente con propiedades antioxidantes que sean eficaces para combatir las secuelas de los radicales libres sobre tu piel.

Recurre a Endospheres Therapy

Una vez más, Endospheres Therapy tiene que estar presente cuando hablamos de cuidados naturales de la piel. En esta ocasión, como complemento ideal de la incorporación del tónico facial a la rutina de tu piel.

Con esta innovadora técnica, inocua e indolora, se potencian esos efectos rejuvenecedores que el tónico tiene sobre tu cutis. Con la Microvibración Compresiva se estimula la producción de colágeno y se reactiva la circulación de la sangre. El resultado es un cutis más luminoso, terso y sin arrugas.

Puedes contactar con el equipo de especialistas de cualquiera de nuestros centros Endospheres Therapy, para que atiendan tus dudas y te recomienden cómo y cuándo te interesa más realizarte el tratamiento. Luego, solo te quedará disfrutar durante mucho tiempo de los resultados.